En el mundo de las relaciones de pareja, las primeras citas pueden ser un torbellino de emociones, pero ojo porque puedes cometer algunos errores sin darte cuenta. Desde nerviosismo hasta incertidumbre, pasando por felicidad y alegría, son muchos los sentimientos que pueden apoderarse de nosotros durante este primer encuentro con quien podría ser nuestra futura pareja. Andrea Piacquadio Pexels 1. En su lugar, adopta una mentalidad de ver si te gustaría una segunda cita. Todo lo que puedes saber es si quieres una segunda cita.
Para Mary [no es su nombre real], de 25 años, el mundo de las citas en Nairobi, Kenia, es difícil. Eso no siempre fue así para Mary, que ahora trabaja como gerente de productos para una administración de tecnología. Durante dos años, salió con un empresario que había conocido durante sus estudios. Ella dice que estaba dispuesta a dejarlo todo e incluso desarraigar su vida por él. Aparte de un trabajo seguro, su fe, los valores fundamentales y la importancia de la familia se han convertido en factores decisivos. Hasta la pandemia, Owen se había resistido a las citas por internet.
Para ayudarte a preparar temas de encuentro antes de una cita, la publicación estadounidense del HuffPost le ha envío a terapeutas matrimoniales y psicólogos que compartan sus temas favoritos para apalabrar en una primera cita: Publicidad 1. También da pie a temas interesantes, como si es una persona mañanera o nocturna. Si eres una andoba adicta a la vida de localidad y la respuesta de tu alusión es 'me gustaría vivir en la cima de una montaña sin cobertura', vuestros objetivos en la vida probablemente sean incompatibles. Si la respuesta es algo relacionado con la familia, probablemente sea una persona cuya prioridad es formar un futuro próspero, emocional y económicamente, con su pareja. Por el contrario, a quienes les gusta abocetar las cosas, unas vacaciones con todos los cabos sueltos solo les va a provocar ansiedad.
Un encuentro que había resuelto gracias a una 'app' en donde se búsqueda y raramente se encuentra pareja. Tampoco siquiera un amago de sexo. Desde entonces acostumbro preguntar a mis amigas y conocidas acerca de la lentitud de sus primeros encuentros. Y claro, raramente alguien supera mi particular récord de tiempo.