
Las zonas erógenas Las zonas erógenas Las zonas erógenas son aquellas que por su sensibilidad provocan sensaciones de placer al ser estimuladas, dado que en ellas se acumulan muchas terminaciones nerviosas. Y no se limitan a los órganos sexuales, lo que en muchas parejas pueden constituir una verdadera obsesión, hasta el punto de olvidar el resto del cuerpo. En una relación sexual que pretende ser plenamente satisfactoria es necesario conocer las zonas erógenas de la pareja y saber cómo estimularlas para producir la excitación y el placer. Se puede comenzar por la cabeza, masajeando el pelo, lo que produce una sensación muy relajante. O acariciando y besando la nuca, para causar un escalofrío que recorra la espalda. Los lóbulos y la parte trasera de las orejas son también muy sensibles, especialmente en los hombres. Finalmente, los labios incrementan su sensibilidad con la excitación y basta un roce muy leve para que se sienta una sensación muy placentera.
Sin embargo, para muchas mujeres, los orgasmos — especialmente los que se obtienen a través de la penetración — pueden ser tan esquivos como el misterioso Punto G. Es relativamente anómalo que las mujeres tengan un clímax a través de la penetración únicamente. Sin embargo, si no has baqueteado un orgasmo vaginal, no significa que sea imposible. Algunos consideran que el punto G puede ser la clave para que las mujeres logren orgasmos durante la penetración.
En ocasiones, dependiendo del punto que se esté estimulando, este placer es tan intenso que se convierte en un truco infalible para llegar al clímax. A la cantidad de terminaciones nerviosas que poseen estas partes de nuestra anatomía. Puedes comenzar con suaves besos desde sus hombros, acariciando su garganta hasta llegar a las orejas. Busto No es tan sensible como el femenino ni a todos los hombres les gusta que les estimulen esta zona. Pero si responde bien a tus besos, puede ser un punto clave de estimulación durante el amor. Masajearlos, evitando las cosquillas, puede anatomía muy placentero. Un consejo: utiliza grasa y dale un masaje desde los tobillos a la planta y los dedos. Y si te animas, utiliza también la boca.
Comparte: Por suerte, hoy en día la conversación en torno a los juguetes sexuales y el placer femenino comienza a ser habitual: las mujeres se atreven a explorar su cuerpo y sus placeres, y los juguetes algo a poco forman parte de la vida sexual de las personas, ya sea que se usen en yermo o en pareja. Incluso, durante el confinamiento por la pandemia en algunos lugares se incrementaron las ventas. Para contribuir a la conversación, platicamos con nuestras amigas de CHERISH sobre algunas dudas comunes a propósito del placer femenino, para agarrar el toro por los cuernos. Todos los cuerpos sienten placer. Independiente de lo que tengamos entre las piernas. La realidad es que las mujeres somos capaces y tenemos el derecho a sentir y vivir nuestro placer de distintas formas. Y no se requieren manuales, guías ni instructivos especializados, sino momentos para vivir la exploración. Hablar de onanismo nos hace pensar que la estímulo sólo debe ser en los genitales; en realidad, todo nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestros sentidos son zonas erógenas.