
Las auténticas víctimas de estas situaciones no son los propios adictos. Hay esposas y hay niños, inocentes, incapaces de entender Pregunta que se hace María, quien relata: hace ya año y medio descubrí que mi marido, de 47 años, lleva toda la vida metido en el mundo de la prostitución, el juego y, posiblemente, las drogas. Cuando descubres que tu pareja, esa persona en la que has confiado, es adicta al sexo se te desorganiza el mundo, el lenguaje y los presupuestos. Se plantean muchas preguntas. Es necesario aceptarlo y tomar medidas. Parece que no lo puedes comentar con nadie, que no te van a creer.
Por no basta con destronar a su padre, para hacerse de notar tiene que tomar a su hembra, que en este caso se trata de su madre. Por ese motivo entre otros muchos, no son pocos los hijos que follan con sus propias madres. Mucha gente piensa que es por vicio, y tal vez en algunas ocasiones así sea, pero en otras muchas ocasiones es la apremio de materializar un amor que no saben expresar de otra forma, solo mediante el sexo familiar entre lecho e hijo. Por eso mismo, algunos en lugar de buscarla, prefieren acudir a la fuente y follarse directamente a su madre. Como buena madama cristiana, mantuve relaciones sexuales por primera vez con mi esposo luego de casarnos. Esta crianza hizo que de chica me vista en forma discreta y recatada, siempre procurando ocultar mis dotes físicas y dedicando todo mi tiempo al estudio y los quehaceres académicos. Soy morocha de tez, de piel suave y tengo muchos lunares que resaltan la lascivia de mi cuerpo.
Es un trastorno que impide a quien lo padece a llevar una edad digna, equilibrada y feliz. La compulsión sexual es tan fuerte que siempre se vuelve a recaer en ella, por mucho que se quiera dejar, lo que hace perder la confianza en sí mismos y la expectación de verse libres. Por eso es importante acudir a centros de apoyo o consultar con terapeutas. Para captar mejor esta adicción al sexo, reflejamos la historia personal de Katy Moore, quien ha sido valiente y ha decidido relatar la dura realidad de vivir con esta enfermedad, de la que, afortunadamente, acabó saliendo. Ella describió su obsesión como paralizante. Gracias a haber 'caído tan bajo', pudo debutar a subir. Ese mismo día, decidió que era hora de buscar ayuda. Periodo de abstinencia Encontró un grupo de autoayuda de adictos al amor como ella, Sex and Love Addicts Anonymous.